VMT Madeira

Tuvimos un viaje encantador: salimos a las 9 de la mañana hacia Ilha Desertas, lo que nos llevó unas 2,5 horas con unas vistas estupendas de Funchal, Madeira y Ponta de São Lorenço. Afortunadamente, ese día las olas no estaban demasiado bravas. A continuación, partimos en una pequeña embarcación auxiliar con capacidad para 10 personas hacia Isla Grande, una reserva natural. Consejo: es absolutamente necesario llevar calzado impermeable o chanclas, ya que desembarcamos en aguas poco profundas en la costa rocosa. Una vez allí, recibimos una breve visita informativa de 25 minutos sobre la reserva natural, su historia, flora y fauna. Después, fuimos libres de explorar por nuestra cuenta a lo largo de una ruta estrictamente designada, o, si queríamos, nadar, hacer snorkel o paddleboard, lo que todo el mundo disfrutó. Sobre todo los niños se lo pasaron en grande, incluso en el propio catamarán. Tras una estancia de unas 2 horas, comenzó el traslado de vuelta.
Fue estupendo que sólo fuéramos unos 35, así que hubo tiempo y espacio de sobra para todo, incluso en el catamarán.
Una vez que llegamos, había un fantástico buffet frío: nos habíamos inscrito con antelación como vegetarianos y, además del amplio buffet (ensalada, guarniciones, etc.; pescado o carne para los demás participantes), también recibimos calabacines rellenos y bien condimentados, muy sabrosos. También se incluyeron dos bebidas a elegir por persona. Hacia las 15:00, emprendimos el regreso, con un pequeño desvío para ver delfines saltando fuera del agua. A las 18:00 llegamos de vuelta al puerto de Funchal tras un total de 9 horas de excursión.
El personal fue muy amable y muy servicial con el embarque y desembarque, especialmente con el bote auxiliar. En general, un día encantador y relajante si no eres demasiado exigente en tus expectativas (viaje en barco y duración, fauna, comida, etc.) - todo nos pareció estupendo y muy acertado.